La cerámica de Sargadelos , un símbolo de nuestra cultura.

Todos los gallegos podemos identificar que es lo que aparece en esta imagen, lo que muchos desconocemos es su historia. Hoy vamos a hacer un breve recorrido de la trayectoria de esta cerámica tan relevante en Galicia y a nivel mundial.

En 1788 Antonio Raimundo Ibáñez, conocido como Marqués de Sargadelos (nunca existió tal título), solicita permiso para crear una fundición de hierro en el Municipio de Cervo (Lugo), donde estableció ahí su negocio en 1791.

El negocio iba bien y es por eso que en 1803 decidido ampliar el negocio creando una fábrica de loza. Sin embargo, dos años después fue linchado por motivos desconocidos, acuchillado y paseado desnudo. Su familia fue encarcelada y su mujer había falleció poco después, tras ser su casa asaltada y saqueada.

Tras este suceso, los herederos continúan con el negocio y en 1819 ya tenían casi 100 empleados en la fábrica, aunque en 1832 se vieron obligados a cerrar. En 1845 se arrienda la fábrica y la empresa comienza a aumentar su producción y calidad llegando a recibir encargos de la mismísima Isabel II. La fábrica acaba cerrando en 1875, y hoy en dia no quedan apenas restos de lo que algún día fue.

En 1949, Isaac Díaz Pardo crea un taller de cerámica en O Castro, en Sada, bajo el nombre de "Cerámicas Castro", allí comenzó a producir hasta ampliarlo bajo el nombre "Complejo Industrial de Cerámica de O Castro".

Díaz Castro decide viajar a Argentina , momento en el que se encontraban en el exilio intelectuales como Luis Seoane, al cual le propuso conseguir recuperar y ayudar a renacer la identidad gallega, de modo que dieron con el legado del Marqués de Sargadelos, que utilizaron como base cultural de su proyecto.

En 1968, fundan la "Sociedad Cerámica de Sargadelos", donde dos años depsués levantaron un nuevo complejo junto a los restos del antiguo, denomanandos como BIen de Interés Cultural. Este nuevo espacio se convirtió en un laboratorio de creación al que solían frecuentar intelectuales para formarse y empaparse de ideas.

Aunque en la actualidad la automatización de procesos tiene mucha más presencia que hace doscientos años, una de las principales señas de identidad de Sargadelos sigue siendo el alto nivel de artesanía que compone sus piezas, lo que da como resultado una obra de arte única en cada una de sus creaciones.

Las dos fábricas del grupo (Sada y Cervo) siguen fabricando una de las mejores cerámicas del mundo, son reconocidas internaiconalmente, se venden en el MoMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y algunos de los mejores diseñadores de las últimas décadas han colaborado con la firma.